En los cuentos y novelas de Fernanda Trías se respira un ambiente doliente, claustrofóbico y angustioso que torna inhumanas, a veces, a las relaciones personales.
Fernanda Trías, nació en Montevideo en 1976. Ha vivido dos años en nuestro país, otros en Estados Unidos y desde hace más de ocho, reside en Bogotá. Ha escrito libros de cuentos y novelas. Es editora para algunas editoriales y ha obtenido premios, entre ellos el Sor Juana Inés de la Cruz por su última publicación “Mugre Rosa”.
De una pluma atractiva, sus cuentos de “No soñaras flores” son de una crudeza humana y perceptible. De mujeres que sufren porque viven activamente. De desilusiones, marginación y esperanzas latentes.
Construye un ambiente donde se entrecruza la muerte con un destino, pareciera, inexpugnable. Hay soledad, pérdidas y la autora no duda en avanzar en terrenos realistas y poco complacientes, con una carnadura evidente y los sentimientos realzados a simple vista. Son cuentos de prosa activa y convocan a un interés en la lectura que es imposible abandonar.
Algunos años antes, había publicado su primer libro, “La azotea”, una historia de amor co-dependiente narrada en primera persona. Se desarrolla en un marco de larvada e indisimulada violencia psicológica, un miedo permanente y ansioso que incita a la protagonista a un escape no siempre apreciable pero que lo manifiesta en su recurrente huida a la azotea del título, donde consigue alivio transitorio.
Y esa mujer transita todo el relato con la disyuntiva de conservarse amarrada en la casa, sometida a un encierro asfixiante, con su padre impedido y su propia hija o escabullirse a la azotea. Elabora una visión muy particular respecto a la maternidad, con madre ausente (la de la protagonista) e interrelación con su hija. Mientras con apreciable originalidad, Fernanda Trías, mantiene sobrevolando la sensación de incesto recurriendo a la interpretación intelectiva del lector sin direccionar ni facilitar inocentemente la lectura.
“La ciudad invencible” es otro libro de Fernanda. Es sobre amor y odio. Amor por una ciudad, Buenos Aires, a la que recorre y la impregna de su vivencia de extranjera en un lugar que reconoce propio. En todo el texto hay una identificación con lugares, zonas y recorridos más que reconocibles.
Consigue una integración entre esa extranjera que, también en primera persona y como un alter ego de la autora, camina largos trayectos y se encuentra con amigos que, en reuniones sociales, de intensa actividad, le hacen la vida más tolerable.
Y odio, en una relación difícil, tóxica y dolorosa de dominación, con un amante que la desprecia, la humilla y la somete en un espacio cultural en el cual, él mantiene una posición privilegiada por edad, prestigio, trayectoria y convencimiento social.
Hay una edición del libro mencionado que contiene un ensayo en un inserto titulado “En nombre propio” que, la autora menciona, escribió para la Cátedra Abierta en homenaje a Roberto Bolaño de la Universidad Diego Portales, en Chile. En ese ensayo, Trias avanza con detalle y descarnada sinceridad respecto a la relación dañina con R., el destacado escritor que trastornaba su vida.
Y exteriorizando su calvario, deja en claro con franqueza y naturalidad, la dependencia psicológica que ese tipo de personas con especulación, malicia y manipulación logran en sus víctimas una variante del “síndrome de Estocolmo”. Así, la autora cuenta, “Me había ido y vuelto tantas veces de la casa de R, que ya no le contaba a nadie cada vez que volvía a verlo. Se convirtió en mi secreto más humillante. No podía entender lo que me pasaba, y ese actuar errático me hundía en una perpetua desmoralización. No era dueña de mí misma. Será que me gusta? Pensaba a veces. Cualquier respuesta habría sido más comprensible que ese vértigo que se asemejaba a la locura: el estar convencida de que la misma persona que te maltrata es la única capaz de protegerte.”¹
Es Fernanda Trias, una escritora de relaciones difíciles, que se van complejizando, deteriorando y dejando a la intemperie, un universo interior que es tan tierno como perverso, tan dependiente como cruel e intolerante. Tan sensible como horrendo. Tan emotivo como angustiante. En fin, tan humano.
¹“En nombre propio”, insert en “La ciudad invencible”, pag. 113. Editorial Casa Editorial Hum., Montevideo, 2021